REFLEXIONES - ENTORNOS VIRTUALES DE APRENDIZAJE

 

Mi primera clase en Zoom, el 28 de marzo de 2020. 

La pandemia del covid-19 hizo que todos los profesores, o casi todos, cambiaran de clases presenciales a clases en línea. Aunque las clases en línea ya estaban empezando a aparecer mucho antes de la pandemia, es cierto que todo el proceso se ha acelerado.

Para empezar es importante considerar qué entendemos por estar presentes y por interactuar en espacios en línea. ¿Es posible estar cerca virtualmente?

Durante las clases online es importante maximizar la presencia (social, cognitiva, metacognitiva), tener como eje nuestra principal tecnología más avanzada: nuestro cerebro.

Así como en las clases presenciales, en la clase online también es importante considerar las emociones, los intereses, utilizar juegos, considerar los tiempos y los estilos de aprendizaje e implicar al alumno en todo el proceso.

En mis clases de ELE voy a seguir algunos pasos para fomentar la presencialidad en línea:

- Recomendar que todos enciendan la cámara;

- No depender demasiado de las diapositivas y los vídeos pues puede traer la sensación de desconexión;

- Utilizar murales (Padlet, Flipgrid), pues fomentan la colaboración y el intercambio de conocimientos y experiencias;

- Dar feedback en vídeo en la medida de lo posible, ya que es mucho más personal que hacerlo por escrito.

 

Encender la cámara no siempre es fácil, hay muchos estudiantes que se resisten a eso, en mis clases trataría de crear un clima cómodo y de confianza para que de a poco los alumnos se sientan a gusto de encenderla. Les pediría con amabilidad y si hay resistencia seré un poco flexible en las primeras clases ya advirtiendo que después de 3 clases no sería posible seguir con las cámaras apagadas. En realidad la presencia se contagia, cuando un alumno abre la cámara, otros también lo hacen.

Al observarla a mi hija de 9 años en las clases en línea, le pregunté porque no abría la cámara, y me contestó que es porque nadie la abría y no quería ser ella la rara entre sus compañeros/as. Así que creo que el profesor debe insistir en ese tema que es muy importante pues hay más implicación, aprendizaje significativo, evita la desconexión, aumenta el sentimiento de pertenencia a una comunidad de aprendizaje.

 

Referencias

Cassany, D. (2004). «El aprendizaje cooperativo para ELE» en Actas del Programa de Formación para el profesorado de Español como Lengua Extranjera. Múnich, Instituto Cervantes.

 Ramos Álvarez, A. Unidad didáctica 4. Habilidades docentes y gestión del aula de ELE. Materiales del Máster en Didáctica de ELE. Universidad Antonio de Nebrija.

Comentários

Mensagens populares deste blogue

REFLEXIONES SOBRE MI ENTORNO PERSONAL DE APRENDIZAJE

QUIEN SOY